A estas alturas poco se puede decir de Alfred Hitchcock o de Salvador Dalí.
Lo cierto es que la pulsión psicoanalítica de ambos, de tono clínico en Hitchcock y paranoico crítica y megalomana en Dalí son una de las huellas rastreables en la mayoría de sus obras.
Si a Hitchcock le servía para definir a los personajes, a Dalí más bien le valía como una especie de excusa liberadora para crear sin antojos, prescindiendo de freudismos.
Aquí presentamos la colaboración que urdieron estos dos genios en Spellbound (1945), traducida en España como Recuerda y cuyo pasaje más interesante es la inmersión visual en la que nos adentramos en el subconsciente del personaje interpretado por Gregory Peck.
Aquí os la dejo sin más.